lunes, 17 de febrero de 2014

La terapia de TEJER CROCHET segun mi experiencia personal

Aquí en argentina los tejidos artesanales han recuperado un lugar importante como producto cuyo valor es altamente cotizado socialmente, entendiéndose esto, como la valoración positiva del trabajo del artesano para la creación de una prenda tan exclusiva, única, creativa, cargada de emociones. En estos últimos años se ha venido publicando mucho sobre técnicas aplicadas de crochet en Argentina y tenemos colecciones muy interesantes como las de las Editoras Bienvenidas y EVIA que se mantienen a la vanguardia de las tendencias en moda de prendas y accesorios tejidos en CROCHET. Pero poco se habla de en estas publicaciones de la práctica de esta técnica como una actividad terapéutica. Pues, es en esta entrada, como hoy quiero contarles mi experiencia terapéutica con el CROCHET.
Hace ya 20 años que tejo en CROCHET, gracias a mi curiosidad y a la buena voluntad de mi madre, Marta, y mi querida tía, Susana, que me iniciaron en esta práctica. Lo que comenzó siendo un deseo movido por la curiosidad se convirtió en una pasión; y a las pruebas me remito, si ya con 33 años sigo cada mas entusiasmado cada vez que comienzo un nuevo proyecto como si fuera el primero.
A lo largo de esta vida mía tejer me ha ayudado a sentirme libre, a pensar que puedo hacer algo que amo y que puede servir a otros, siempre he tejido para otros muy rara vez para mi, no me interesa terminar un proyecto y mirarlo y decir que bien lo hice, me encanta terminarlo y mostrarle a mis familiares y amigos, regalárselos y que esbozen una sonrisa o comenten lo increible que puede ser el producto logrado. Ademas de esta satisfaccion retroalimentada en el acto de tejer encuentro paz y tranquilidad, un momento pleno donde puedo relajarme y poder pensar claramente en muchas cosas no necesariamente referentes a lo que esto creando.
Como ven tejer me hace muy bien, creo que NOS hace muy bien, y por ello lo AMO. Espero que no llegue el dia en el que este privado de hacerlo. Imaginense, tejer nos da una razon para continuar con cada putada para llegar a una meta, cada vuelta es adictiva, siempre hay una vuelta mas por hacer, una vuelta mas por la que postergamos un cigarrillo, una vuelta mas por la que postergamos un trago, una vuelta mas por la que decidimos hacer algo por el otro, para el otro y por nosotros.


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